San Cristóbal de Las Casas, Chis. 26 de Julio. A sus 86 años de edad, doña Lucía González Gómez, nunca se imaginó quedarse sin luz, siendo Chiapas un estado productor de energía hidroeléctrica. Pero por trampas legaloides, por ser una persona de escasos recursos y por un robo a todas luces evidente, se ha quedado a oscuras.
La historia de este problema que enfrenta doña Lucía González Gómez, quien vive en la 1ra. Privada Río Grijalva No. 5A del barrio de Fátima, empezó en octubre del año 2011, cuando sin avisar, personal de la CFE le quitó el viejo medidor en su domicilio y colocó uno de los llamados “digitales”.
A partir de ahí empezó su calvario. “De pagar 60 y 80 pesos, ahora me están llegando cobros de mil 250 pesos en enero de 2012, de 902 pesos en el mes de marzo del mismo año y de 810 pesos en mayo, sumando un total de 2 mil 992 pesos, pero al no poder pagar, se acumuló una deuda de 4 mil 500 pesos”, señaló.
“Cantidad que me es imposible pagar, por lo que al inconformarme mandé a mis hijas para que expusieran el problema en las oficinas de la CFE, y nunca dieron una respuesta a mi queja, por el contrario, me manifestaron que yo pagara mis recibos o me cortaban la energía eléctrica”, informó.
La señora está incapacitada para poder pagar por las razones expuestas y “en virtud de que soy persona viuda, enferma, de edad avanzada, sin condiciones para trabajar, vivo de lo que mis hijas me pueden dar, quienes se desempeñan como empleadas domésticas, y de la caridad de personas altruistas de mi barrio”.
En un oficio enviado a la CFE, la afectada menciona que la paraestatal “ha elevado mucho los costos de los servicios de luz y para mi ya se ha convertido en una deuda impagable, y además estoy incapacitada para defender mis derechos de este acto de injusticia que se está cometiendo en mi persona”.
En un intento desesperado por solucionar el problema y con el apoyo de la Organización Proletaria Emiliano Zapata (OPEZ) Región Altos, las hijas de doña Lucía acudieron el 12 de julio a las oficinas de la CFE para exigir una solución al problema y que reconozcan que el medidor no sirve.
Solicitaron que le reinstalen los servicios de energía eléctrica dándole todas las facilidades para pagar una tarifa justa, tal como venía pagando anteriormente, luego de que en la reunión con personal de la CFE de San Cristóbal, sus hijas entregaron el medidor digital que le instalaron, ya que con la instalación de éste “se alteraron los costos de energía eléctrica, como lo he manifestado”.
Margarita de Jesús Hernández González, hija de doña Lucía, dijo que “ya hace tiempo que tenemos este problema y estamos sin luz, ya nos cortaron el servicio; sabemos que sí hay más gente del barrio que tiene el mismo problema, no en la misma calle, están un poco retirados de nosotros, pero tienen la misma queja; desde que pusieron los medidores digitales, la luz está llegando muy cara”.
Al término de la reunión, se firmó un convenio con personal de comercialización de la CFE para que por medio de abonos doña Lucía González Gómez pueda pagar la deuda de 4 mil 540 pesos, pagando un anticipo de mil 500 pesos y cuatro pagos mensuales de 760 pesos, con lo que podrá tener luz y un nuevo contrato, a nombre de su hija, pues el que tenía se canceló por el mal servicio que recibía.
En una visita hecha por MIRADA SUR al domicilio particular de doña Lucía, donde también viven sus tres hijas y dos niños, se constató que esta familia es de escasos recursos económicos, no cuenta con aparatos eléctricos que consuman mucha luz: no tienen lavadora, plancha de ropa ni horno de microondas, etc.
Para ahorrar luz, desde hace varios meses toda la familia empezó a limitar el servicio, al grado de apagar el televisor, entre otros aparatos eléctricos, “para ver si de esa forma gastábamos menos luz, pero no sirvió de nada, porque el recibo de luz siguió llegando muy caro”, refiere Margarita de Jesús.
Al reportero le informaron que tanto personal de la Comisión Federal de Electricidad como de un servicio particular, revisaron el cableado de la instalación eléctrica en el humilde domicilio, determinando ambos que no hay fuga de luz, también cambiaron los focos por unos nuevos, “entonces ya no sabemos qué hacer, pero creemos que todo es por culpa del medidor digital que nos pusieron”.
Ahora, a falta de luz, todas las actividades las tienen que hacer en el día, para aprovechar la luz natural del sol, y cuando entra la noche encienden velas y candiles. “Pero los niños sufren para hacer sus tareas porque no es lo mismo con una vela, no se ve bien, se desgasta su vista”, indicó Margarita de Jesús.
Los miembros de la familia confirmaron que por haber firmado bajo presión, no reconocen el contenido del convenio que signaron con funcionarios del Departamento Comercial de la oficina de la CFE en San Cristóbal de Las Casas, “vamos a aguantar sin luz o hasta que podamos reunir el dinero, porque tampoco nos quieren dar otro contrato mientras no paguemos la deuda”, denunciaron.
Doña Lucía González Gómez comenta que cómo es posible que en Chiapas “hayamos muchas personas que no tengamos luz, o que para tenerla debamos pagar un precio muy alto, cuando sabemos que el estado es un productor de luz; ojalá los de la CFE se toquen el corazón y vean lo que están haciendo”.
Fuente: Mirada del SUR
No hay comentarios:
Publicar un comentario