octubre 27, 2013

Disturbios eléctricos: antesala de la privatización

El Sábado 19 de Octubre del presente año tuvo efecto un nuevo disturbio eléctrico, ahora en la subestación (S.E.) Madero del Área Central de Atención del Sistema Eléctrico Nacional, en lo que es la zona de trabajo de Luz y Fuerza del Centro y del Sindicato Mexicano de Electricistas, Dicho evento se suma a otros que “casualmente” se ha venido presentando de cuatro años a la fecha en el centro del país, especialmente el ocurrido el 17 de Junio de este mismo año en S.E. cerro gordo.
Ambos disturbios causaron una gran cantidad de perjuicios económicos y sociales a millones de usuarios del nororiente de la zona metropolitana, sin que hasta el  momento ninguna de las autoridades de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se haga responsable de dichas afectaciones al patrimonio de los mexicanos que habitan esa parte de la zona metropolitana.
Sin embargo, estos eventos llaman la atención sobre asuntos semejantes que en le pasado sucedieron y que justificaron la privatización de otros organismos públicos descentralizados, como lo fueron ferrocarriles Nacionales de México y Teléfonos de México.
En efecto tendríamos que recordar que a finales del periodo de Carlos Salinas y durante el mismo de Ernesto Zedillo, en aquellas empresas “casualmente” empezaron a presentarse las descomposturas” de infinidad de aparatos telefónicos públicos y multitud de fallas en el servicio de la telefonía  doméstica en el caso de TEL-MEX, así como el descarrilamiento de trenes e incendios en centros de trabajo en el caso de Ferrocarriles. Todo ello tuvo la intención de presentar a dichas empresas como “ineficientes”, “improductivas”, “onerosas” y como una “carga para el país.
En ese contexto, no sería nada raro pensar que los disturbios eléctricos sean actos nada fortuito, que hayan sido provocados por las, eso sí, incapaces empresas contratistas al servicio de CFE y que sirvan para exhibir a esta paraestatal como un organismo incapaz ante los ojos de la población, para así justificar la necesidad de que empresas  extranjeras se hagan cargo de este servicio público vital para la vida económica, política y social de los mexicanos.
Durante 1998, en Buenos Aires, la capital argentina sufrió un apagón que duró más de 11 largos días aquella tragedia surgió una frase que se paseó por toda América Latina y que recuerda los trastornos formidables que ocurren cuando se entrega las industrias estratégicas a las empresas privadas, dicha frase: “¿SI LA PRIVATIZACIÓN ES LA CURA, POR QUE ARGENTINA AGONIZA?” Lo mexicanos no debiéramos olvidar las experiencias desastrosas de las privatizaciones en materia de energía eléctrica, porque vamos a repetir la que ya nosotros mismo vivimos antes de la Nacionalización de 1960 y que los argentinos vivieron con las privatizaciones.
Por ello, y desde nuestra perspectiva, es fundamental la defensa de los organismos públicos encargados de atender las áreas estratégicas que establece el párrafo cuarto del artículo 28 constitucional, esto es, Petróleos Mexicanos (PEMEX) y Comisión Federal de Electricidad, desde luego liberadas ambas de as infames políticas neoliberales que las han desbaratado en provecho de las transnacionales y de los extraordinarios marcos de corrupción que permean a los altos niveles de funcionarios, así como también de sus capas putrefactas de seudo líderes “sindicales” como Romero Deschamps y Fuentes del Villar.


Esa película ya la vimos y no es nada agradable, así es que remojar nuestra barbas.

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