México, D.F. (El Universal) Integrantes de la Asamblea Nacional de Usuarios de la Energía Eléctrica (ANUEE) y vecinos se manifestaron al exterior de una de las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la delegación Iztacalco para denunciar altos cobros de energía eléctrica.
Cerca de 50 personas cerraron las instalaciones de la CFE y durante más de dos horas no permitieron el paso de usuarios que buscaban pagar sus recibos o hacer algún trámite.
Usuarios de las delegaciones Iztacalco, Iztapalapa y Magdalena Contreras acusaron que la comisión es irregular con los cobros, pues mientras hay hogares que pagan 65 pesos por el uso de la energía, en la misma colonia hay otros que deben pagar más de mil o quienes tienen acumuladas deudas de hasta 60 mil pesos.
"Es una injusticia porque ninguno de nosotros vive en zona residencial ni tiene una casa ostentosa como para que la cataloguen con altos costos, si con trabajo conseguimos dinero para vivir, menos tenemos para pagar", dijo el señor Marcelo que vive en Magdalena Contreras.
Asimismo, durante la protesta solicitaron que sean respetados los acuerdos firmados en una minuta con funcionarios de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), derivado de una queja administrativa puesta por vecinos de diferentes delegaciones a causa de los altos costos de la energía eléctrica; estos documentos prometían acuerdos personalizados para solucionar el problema de las deudas y recargos acumulados.
En perifoneo, mencionaron que otro de los problemas es el mal trato y abuso de autoridad de los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad cuando hacen cambio de medidores convencionales por los digitales, aún sin contar con la autorización de los usuarios.
"Hay veces que los trabajadores llegan y hacen los cambios porque los medidores están afuera, no tocan la puerta ni avisan que están ahí, si uno no sale o si no hay nadie en casa no nos damos cuenta de lo que hacen", comenta la señora Rosario, quien se manifestó para exigir revisión de sus recibos, pues en dos años de diferencia su cuota pasó de 800 a mil 400 pesos sin que ella haya hecho cambios en su vivienda.
Por su parte, Maria Elena pide a los trabajadores de la CFE que se identifiquen o de preferencia que avisen qué días harán los cambios para estar al pendiente. "Si yo veo que le están moviendo a algo afuera de mi casa voy a pensar que es un ladrón por mucho uniforme que traigan. Hay maneras de hacer las cosas correctamente, porque si les reclamas se enojan y te gritan que lo que están haciendo es su trabajo", mencionó la vecina de Iztacalco.
Una comisión de representantes dialogó con personal de CFE en donde acordaron continuar las mesas de trabajo, dar un seguimiento puntual a los casos y se comprometieron a mejorar los servicios que brindan en las viviendas de los consumidores de energía eléctrica.
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