Aproximadamente tres de cada diez medidores de energía eléctrica que se encuentran instalados en la zona centro del Valle de México, se mantienen obsoletos, inservibles o manipulados.
Por su deterioro, 2 millones 697 mil 581 medidores (de un total de 7.5 millones) están propiciando una facturación deficiente y consecuentemente una importante fuga de recursos económicos para el gobierno federal, vía Comisión Federal de Electricidad (CFE), encargada de prestar el servicio público de energía eléctrica.
De acuerdo con el proyecto Adquisición de Acometidas y Medidores de Distribución para el Area Central Valle de México, cuya administración recae en el Coordinador Distribución de CFE, Teodulo Arroyo Rodríguez, la sustitución programada de estos equipos abre una importante oportunidad de negocio para empresas proveedoras de la paraestatal, pues la inversión requerida asciende a 295 mil 781 millones de pesos para los próximos 32 años.
El análisis-costo realizado por la empresa pública muestra que en promedio cada medidor puede llegar a costar mil 359 pesos. Para darle mantenimiento a estos equipos se requiere una inversión promedio anual de 9 mil 128 millones de pesos en tres décadas.
Problemática desde la LyF
Gilberto Ortiz, de la Comisión de Energía de Canacintra, señaló que el problema de la obsolescencia de medidores y su impacto en las finanzas de CFE se viene arrastrando desde la administración de la extinta Luz y Fuerza.
Aseguró que una vez detectada la oportunidad de negocio, la paraestatal tendrá que cuidar que la derrama económica que generará el cambio de equipos en la zona del Valle de México favorezca a la pequeña y mediana empresa nacional.
En el diagnóstico realizado por la dependencia se define como medidores obsoletos a aquellos equipos que han cumplido su vida útil, por lo que las probabilidades de que realice una medición errónea son altas ya que sus componentes pueden encontrarse desgastados o dañados.
Cita por ejemplo, que están instalados y operando medidores de cuatro carátulas que miden servicios de consumo alto, por lo que puede ocurrir que las manecillas den más de una vuelta y no se tome una lectura correcta.
Existen equipos obsoletos que provocan errores en la medición e interrupciones en el usuario por fallas internas; otros se encuentran en el interior de los domicilios sin poder realizar la toma de lectura en muchos de los casos; las preparaciones no cumplen con la Norma Oficial Mexicana en la recepción de acometidas o medidores.
Otros casos son errores fortuitos en la toma de lecturas del personal de campo; medidores monofásicos en servicios bifásicos y trifásicos, lo que provoca un mayor número de toma de lecturas y la desconexión y reconexión de más de un equipo para un servicio.
Nuevas tecnologías de medición
Jorge Hagg, gerente de desarrollo de negocios de la empresa especializada Schneider, confirmó que en los próximo dos años los usuarios de CFE, no sólo los del Valle de México sino en general del país, tendrán acceso a nuevas tecnologías para puedan controlar tanto sus consumos como facturaciones.
“Estamos hablando de medidores más eficientes, inteligentes y de tarjetas de prepago que funcionan como los celulares; si uno paga mil pesos, cuando te acabes esos mil pesos se acaba la energía”. Es, añadió, tecnología que ya se utiliza en Europa.
De hecho, la empresa norteamericana Esco Technologies anunció en enero de este año que empezaría a trabajar en una red de distribución eléctrica inteligente (concepto llamado “smart grid”) para CFE, que le permita a la paraestatal obtener información en tiempo real sobre el consumo de clientes.
Desde 2009, CFE detectó la necesidad de atender de manera inmediata la sustitución y mantenimiento de 44 mil 877 medidores en mal estado en la zona de Ecatepec; en Tenayuca el número ascendía a 42 mil 988; en la Paz eran 41 mil 720; en la zona de Pachuca 37 mil 250; en Xotepingo 43 mil 985; en Museo 41 mil 567; en Vertiz 46 mil 645.
La urgencia de llevar a cabo las sustituciones “es evitar facturaciones estimadas y usos ilícitos, permitiendo efectuar con ello la medición y facturación adecuada de 54.42% de la energía que atendía Luz y Fuerza del Centro.
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