a trágica muerte de dos estudiantes en Chilpancingo pone en evidencia de nuevo el caos policiaco que impera en el país. Por otra parte, el arranque de las campañas presidenciales revela la dificultad sustantiva y retórica de la clase política para encontrar fuentes de financiamiento viables y suficientes para realizar todas las propuestas que formulan. Conviene destacar un caso, pertinente tanto para Guerrero como para todas las propuestas. Se trata del dilema de las policías municipales.
Desde Somos muchos, publicado en 2004, y luego en trabajos realizados con Rubén Aguilar y Héctor Aguilar Camín, he venido insistiendo en la necesidad de suprimir las policías municipales y estatales del país y sustituirlas, a la colombiana, a la chilena o a la canadiense, por una policía nacional única. Existen muchas justificaciones para esta tesis pero quisiera esta vez tocar una de ellas y proponer también un corolario de la misma. Tenemos unos 370 mil policías municipales en México que en general no sirven para nada, en el mejor de los casos. En esto prácticamente todos están de acuerdo. Algunos quieren mejorarlas o reformarlas; el presidente Calderón ha sugerido suprimirlas y sustituirlas por 32 policías estatales, en otros momentos de autocrítica se pregunta si no debió haber insistido más en la reforma de las municipales desde un principio. Pero la razón de esta terrible calamidad es muy sencilla "follow the money". Una policía municipal para cada uno de los más de 2,400 municipios del país tiene que ser financiada con recursos municipales. El único impuesto municipal realmente existente en México y en todo el mundo es el predial. Y en México, como lo ha señalado Gabriel Zaid, y como también hemos insistido Aguilar Camín y yo, el predial es irrisorio: según la OCDE en 2009 es 0.3% del PIB. El promedio de los países de la OCDE es de 1.8% del PIB; Chile tiene 0.9% del PIB y Brasil, Argentina y Uruguay por encima del 1%. Huelga decir que en los países ricos el porcentaje está por arriba del 3% del PIB. México tiene el predial más bajo de toda la OCDE junto a Estonia y con excepción de Perú y Guatemala, el más bajo de América Latina. Mientras esto no se corrija será imposible tener policías municipales que sirvan (o tener dinero para otras cosas necesarias y financiadas con el impuesto predial). Si superáramos ligeramente el promedio de la OCDE en este rubro, obtendríamos 2% del PIB adicionales de ingresos, aproximadamente 30 mil millones de dólares anuales.
¿Cómo hacer para mejorar la recaudación del impuesto predial? Se ha propuesto recurrir a Google Earth para mejorar el catastro, también federalizar el cobro del predial. Aquí va otra idea recién puesta en práctica en Grecia, bajo circunstancias ciertamente adversas. El gobierno griego, por la presión europea, aumentó el impuesto predial radicalmente, pero recurrió a un mecanismo imaginativo para cobrarlo y castigar a los que no pagan. Lo incrementó en 50% y procedió a cobrarlo en el recibo de luz, ya que en ese país, al igual que en México, existe un monopolio estatal como único proveedor de electricidad. El castigo por no pagar era muy sencillo, cortarle la luz a los evasores. Mucha gente pataleó tanto por el carácter draconiano de la medida como por su aspecto parcialmente regresivo. Aunque se ha ido corrigiendo en la marcha.
Esto podría ser fácilmente aplicable en México por tres razones: tenemos un país ya casi totalmente electrificado, es decir tenemos un universo fiscal cautivo. Además, tenemos el monopolio de CFE: único proveedor y cobrador de luz y por tanto de predial; finalmente, a pesar de todos los diablitos y telarañas poco a poco CFE ha ido mejorando su cobranza. Quizás tengamos algo que aprender de Grecia, más allá de evitar sus errores.
www.jorgecastaneda.org; jorgegcastaneda@gmail.com
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