mayo 06, 2012

CFE: ¿De qué se trata?


Ahora resulta que la incongruencia, en tiempos de crisis, hace su presencia en los bolsillos de todos los mexicanos, justo cuando hemos visto la gran descalificación a las acciones del gobierno de Felipe Calderón: anuncian, según información del día de hoy, que habrá aumentos mensuales en el coste de tarifas de luz. 
  
Ya nos quisieron dormir con las declaraciones de que México no está en crisis, porque no han visto a los millones de pobres que no tienen siquiera forma de alimentarse mínimamente; ya nos dijeron que tenemos un gran avance en salud, seguridad, educación, en infraestructura y en combate a la corrupción, así como también nos han dicho que todos nuestros problemas son culpa de gobiernos emanados del PRI. Entendemos que hay un gobierno federal que debe asumir su postura y no seguir enfrascado en una estéril y desigual lucha electoral disfrazada y solapada por muchas instancias. 
  
Dice la paraestatal que los ajustes se deben a variaciones en precios de combustibles e inflación; se olvidan de los porcentajes que suben los precios y salarios, en forma por demás desigual. Se olvidan que los mexicanos estamos hartos de pagar servicios extremadamente caros. 
  
Se olvidan los miembros del gobierno federal que en norte de la República Mexicana presenta temperaturas demasiado extremas, producto de su ubicación geográfica y de la descomposición mundial que hemos propiciado en el medio ambiente: el calentamiento global está pasando facturas que hoy pagaremos los mexicanos. Nada más injusto que lo anterior. 
  
Los vampiros de CFE cobrarán el 0.55 por ciento mensual más a partir de mayo según anunció Rubén Echevarría Rodríguez, vocero en la división Golfo Centro de la paraestatal. 
  
En una declaración desafortunada, señala que los ajustes mensuales se hacen en base a los costos de operación que tiene la paraestatal. Está bien, pero, ¿Y el poder adquisitivo del pueblo mexicano, no cuenta? ¿No tienen idea los compañeros de Josefina que el clamor general es igual a un enorme descontento por parte de los que trabajamos y tenemos que sudar a diario para enfrentar los costes de servicios del gobierno, particulares, alimentos y demás insumos. 
  
Se han olvidado de algo que se llama sensibilidad social, porque la perdieron cuando se ocultaron en sus Suburban blindadas, para no escuchar las balas y los gritos de quien no tiene qué comer y debe sobrevivir. 
  
El norte mexicano presenta temperaturas elevadas y se espera que en un par de meses pueda llegar a más de 48 grados, con las consideraciones que ello implica. 
  
Podrán decir muchas cosas, sin embargo, la realidad que vivimos casi todos los mexicanos es distinta. En Ciudad Victoria el uso de aparatos de aire acondicionado es casi obligado para poder tener un poco de calma, para trabajar o dormir en situación congruente con las necesidades físicas del organismo. 
  
Es realmente una noticia no mala sino pésima, una falta de sentido común, falta de sensibilidad política y social. Nos gustaría mucho ver a cualquiera de los señores de CFE pagar su recibo de luz o dormir con un abanico de techo únicamente. 
  
Si realmente Josefina quiere hacer un México justo, debería proponer que se quite el subsidio millonario que se les otorga a los empleados de la paraestatal, quienes hacen dispendios enormes de la energía que nos cuesta a todos. Pruebas, las hay, solo es cuestión de verlas. 
  
Realmente, llama mucho la atención que, a punto del famoso debate, el gobierno federal todavía eche más leña al fuego para que arda en el ánimo de los virtuales electores, que no queremos más de lo que nos ha hundido poco a poco. 
  
Como dirían los niños: “Don Enrique, cuando llegue, por favor, haga algo por los millones de habitantes del norte de México, que hemos sido desoídos durante muchos años con el tema del coste de la luz”.

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