agosto 28, 2012

SALUDO DE LA OPP A LA ANUEE


A TODOS LOS ASISTENTES A ESTA SEXTA ASAMBLEA
NACIONAL DE USUARIOS DE LA ENERGÍA ELÉCTRICA

A LA ASAMBLEA NACIONAL DE USUARIOS DE LA ENERGÍA ELÉCTRICA

AMIGOS TODOS

Reciban un fraternal, combativo y afectuoso saludo de parte de la Organización Política Proletaria. Hacemos votos porque los trabajos que hoy inician alcancen los frutos esperados y sean un aporte valioso para la impostergable transformación de nuestra patria. ¡Deseamos que así sea!

Inmersa en un complejo contexto económico, político y social que sacude al mundo, esta VI asamblea tiene frente a si retos de formidables dimensiones. 

En el plano internacional la crisis económica coloca en la miseria, desesperación y rabia, a millones de seres humanos. De forma generalizada, los gobiernos neoliberales, los  grandes capitalistas, descargan sobre las espaldas de lospueblos los efectos de sus políticas económicas criminales que loscondenan a muerte.A los justos reclamos ciudadanos responden con descomunal violencia, promulgan leyes para criminalizar la protesta social, violentan las garantías individuales, conculcan los derechos humanos y, de sernecesario, lleganal crimen de estado.

Ningún país escapa a la ambición depredadora del capitalismo salvaje.Si algún estado se resiste, el imperio norteamericano, secundado por sus “aliados”,fundamentalmente los europeos,instiga y desata genocidas guerras de intervención directa o indirecta para someter a la nación rebelde. Medio Oriente es el ejemplo más ilustrativo al respecto.

En México la situación es alarmante. Como en pocos países, los gobiernos emanados del PRI y el PAN han puesto desmesurado empeño en aplicar puntualmente y al costo que sea, las criminales recetas económicas, políticas y socialesexigidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Departamento de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica.

Tres décadas de neoliberalismo económico, político y social han devastadocasi por completo al país. Como en ningún otro momento de nuestra historia, se han depredado los recursos naturales, se ha destruido el medio ambiente y, sobre todo, las condiciones de vida de los mexicanos se han degradado a niveles terríficos. Hoy, como nunca antes, se ha puesto en peligro nuestra soberanía.

Con la instauración del neoliberalismo como modelo económico dominante, se inició el declive en todos los rubros del desarrollo. Desde entonces, el país ha experimentado acelerados y profundos procesos de desmantelamiento industrial, agrario, educativo, social y cultural. Nuestra marcada dependencia de las inversiones extranjeras ha terminado por borrar del mapa nuestra autosuficiencia alimentaria, nos ha transformado en exportadores netos de capital, nos condena a competir encarnizadamente por las es-casas fuentes de empleo formal, condena a nuestros jóvenes a trabajar en la informalidad, y al grueso de la población le destina el denominado empleo terciario, que no es otra cosa que trabajar como afa-nadores, meseros, porteros o cuidacoches, es decir: como llanos sirvientes de los visitantes de países del primer mundo y de los grandes burgueses nacionales. Empleos en los que por cierto, con la displi-cencia y complicidad de las autoridades, se conculcan los derechos laborales, constitucionales y huma-nos de quienes laboran en dicho sector.

La aplicación de facto de las llamadas “reformas estructurales”, la energética y laboral sobre todo, ha derivado en acelerados procesos de exclusión, discriminación, pauperización y sobreexplotación de millones de mexicanos, además de propiciar el enriquecimiento descomunal de unos cuantos. Ello ex-plica la virulencia oficial contra quienes, en oposición al modelo económico-político-social imperante, se empeñan en defender el patrimonio nacional.

La voracidad capitalista no conoce límites. Haciéndose eco de los organismos financieros más impor-tantes, poderosos e influyentes del mundo, la burguesía mexicana aliadaal imperio norteamericano y a los dueños del capital mundial, lleva décadas tratando de poner en manos de particulares nuestros re-cursos energéticos, recursos que como lo marca el artículo 27 constitucional son propiedad de la nación y, por lo mismo, son inenajenables, inembargables e intransferibles.

Arrogantes, acostumbrados a transgredir la ley y a pasar por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, los titulares de los tres niveles de gobierno, el PRI, el PAN, el PVEM, el PNA y el em-presariado nacional y extranjero, jamás imaginaron que el ilegal decreto mediante el cual se extinguía a Luz y Fuerza del Centro, que despojaba de su empleo a más de 44,000 trabajadores, que pretendía destruir al SME y violentaba nuestra Carta Magna al designar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE, por sus siglas) como prestadora del servicio con amplias facultades para concesionarlo a empre-sas privadas, abriría diversos frentes de lucha yauspiciaría el surgimiento de nuevas organizaciones ciudadanas y civiles opuestas a su política económica, laboral y social.

A partir de ese acontecimiento, irrumpen en la lucha económico-política nuevas organizaciones sociales y civiles, entre las que se encuentra la Asamblea Nacional de Usuarios de la Energía Eléctrica (ANUEE, por sus siglas), opuestas a los elevados costos tarifarios y al despotismo, represalias e intolerancia de la CFE,cáusticamente llamada “Empresa de Clase Mundial”.  

Como parte de un amplio movimiento político-social opuesto al desenfrenado saqueo que de nuestros recursos realiza una partida de traidores, la ANUEE,caracterizada por la indeclinable defensa de los usuarios de la energía eléctrica, padece el hostigamiento gubernamental a través de una encarnizada persecución, la represión indiscriminada, los arbitrarios encarcelamientos y hasta el homicidio selectivo de algunos de sus más destacados integrantes. Sin embargoello no mermasu decisión de lucha. Al respecto baste con mencionar los casos de Querétaro, Veracruz, Tabasco, Campeche y el Estado de México, lugares donde las autoridades de los tres niveles de gobierno se han coludido con funcionarios de la CFE para golpear, perseguir y encarcelar a los usuarios que defienden su derecho a una tarifa eléctrica justa, incluso en Campeche falleció una niña de ocho días de nacida debido a que el hospital “Manuel Campos”, donde era atendida, sufrió la suspensión del servicio eléctrico. 

Conforme transcurren los días se hace más evidente el trasfondo real por el cual Felipe de Jesús Cal-derón Hinojosa decidió liquidar a Luz y Fuerza del Centro: pararealizar impunementeNegocios Privados con Recursos Públicos en Beneficio Exclusivo de Magnates. La implementación de este paradigma perverso requiere ineludiblemente de la complicidad de los poderes facticos, mediáticos y financieros, la docilidad y anuencia de un gobierno voraz-pelele –en sus tres niveles-, instituciones omisas o permisivas, cúpulas sindicales serviles al mejor postor y, por sobre todo, una sociedad apática, resigna-da a acatar sumisamente la fatalidad de su destino. Y son precisamente los dos últimos factores con los que no han podido contar los empresarios nacionales e internacionales, para apropiarse definitivamente de la producción y el suministro del fluido eléctrico.

Los mexicanos de todas las latitudes,que desde siglos han defendidovalerosamente su tierra, recursos naturales, creencias, tradiciones, cultura y su derecho a la vida; una vez más manifiestan su decisión de luchar por lo que perteneció a sus ancestros, por lo que hoy les pertenece y por lo que pertenecerá a sus descendientes. Por eso, desde el primer minuto del once de octubre de 2009, haciendo honor a sus profundas raíces históricas, iniciaron una amplia, rebelde y digna lucha de resistencia contra el mal gobierno, contra los imperialistas de Norteamérica y Europa, contra los empresariosvoraces y contra todos los saqueadores que pretenden arrebatarles un recurso que solamente puede y debe pertenecerle a la nación mexicana: La energía eléctrica.Por ello se organizan, por ello se movilizan, por ello convocan sin distingo a todas y todos los mexicanos bien nacidos, a no someterse a los designios de una clase política entreguista, sometida al capital extranjero y local. 

Desde este recinto, sinónimo de vergüenza, dignidad y rebeldía clasista, la Organización Política Prole-taria saluda la ejemplar luchade la ANUEE y de otras organizaciones sociales, políticas y civiles que persiguen el mismo objetivo. De cara a la sociedad mexicana les hacemos saber que no están solos, que a más de la simpatía generada por su justa lucha, cuentan con nosotros, con nuestros modestos pero sinceros empeños.    

Les reiteramos que apoyamos e impulsaremos como propios sus justos reclamos,los cuales hoy por hoy continúan vigentes, tales como:

1º Creación de una nueva empresa que substituya a Luz y Fuerza del Centro, que sea propie-dad de la Nación y este operada, dirigida y administrada por los integrantes del Sindicato Mexi-cano de Electricistas. 
2º Aplicación inmediata del “borrón y cuenta nueva” para todos los consumos de fluido eléctrico no liquidados en el periodo de duración del conflicto generado por el gobierno federal. 

3º Decreto de una tarifa social acorde a las condiciones económicas de los usuarios en las di-versas regiones del país. Desaparición de la tarifa DAC, así como el desistimiento a instalar medidores de prepago. 

4º Que la Comisión Federal de Electricidad, Policía Federal Preventiva y el titular del Ejecutivo Federal, cesen los actos  intimidatorios y represivos contra los usuarios en huelga de pagos.  

5º Suspensión inmediata de los cortes del suministro del fluido eléctrico, en acato inmediato a lo que establece la ley respecto a las querellas radicadas en la Procuraduría Federal del Consu-midor y los amparos interpuestos por los usuarios de la energía eléctrica. 

6º Cese inmediato a las amenazas del titular del ejecutivo federal y funcionarios de la adminis-tración pública federal, mediante las cuales amagan con utilizar “toda la fuerza del Estado, in-cluida la militar” contra los usuarios que no acepten el cambio de sus medidores actuales por los de prepago y no liquiden las irracionales e inconstitucionales tarifas que la CFE trata de im-ponerles arbitrariamente.  

7º Cese inmediato, en todo el país, a la persecución judicial y extrajudicial y a la violencia exa-cerbada contra los integrantes de organizaciones de usuarios, así como el sobreseimiento de las demandas fincadas en su contra.

8º Esclarecimiento y castigo a los responsables de los homicidios perpetrados contra opositores a las elevadas tarifas impuestas por la CFE, presumiblemente realizados por interpósitas per-sonas al servicio de la actual administración pública federal, de la paraestatal y del empresaria-do nacional e internacional urgido por absorber, en propio peculio, el sector eléctrico.

Finalmente haremos, si nos lo permiten, una breve reflexión.

A pesar del profundo descontento social por la aplicación durante tres décadas de las medidas políticas, económicas y sociales de los sucesivos gobiernos neoliberales, los movimientos populares no hemos logrado imponerle un cambio de rumbo al país. 

Si bien es cierto que en determinados momentos se han registrado importantes procesos de unidad y lucha, estos se han diluido en la nada debido a la incapacidad de sus protagonistas para consolidarlos y mantenerlos vigentes a lo largo del tiempo y, menester es señalarlo, a la habilidad de la clase en el poder para confrontarlos  y dividirlos antes de trascender.

Alcanzar la unidad de los referentes organizados, y de ciudadanos en lo individual, en torno a un amplio frente nacional,  con un programa común de lucha que abarque todos los aspectos de la vida nacional, es obligación impostergable de quienes formamos parte de los destacamentos más avanzados organi-zativa, política e ideológica de la sociedad. Resultará funesto, desde cualquier punto de vista, permane-cer en una actividad localista, aislada, ocupados sólo en las problemáticas de nuestras localidades o entidades federativas. Demostrémonos en los hechos que podemos ser capaces de anteponer lasalva-guarda de la patria  a los intereses provinciales, personales o de grupo.

Por ello ¡Ni una lucha aislada más! es un postulado que no debe entenderse como una consigna más, ante todo es una aspiración, un fin, un objetivo supremo para todo movimiento social, popular, revolu-cionario y de izquierda que reivindique como propias las justas causas de millones de víctimas de explo-tación laboral, de los excluidos del progreso económico y los grandes beneficios que este reporta, de los desplazados de sus hogares y su tierra, de aquellos a los que se les niega justicia en sus diversas modalidades, de quienes continuamente son violentados en sus derechos fundamentales, de los perse-guidos, golpeados, encarcelados y asesinados por defender los justos derechos de sus comunidades.

Los renovadores vientos de organización y participación ciudadana, generados a partir de la intensión burguesa de imponer a un títere en la presidencia de la República, resultan un tonificante bálsamo. Las manifestaciones multitudinarias derivadas de ello demuestran que la resistencia social es posible y tam-bién es posible asumir novedosas y respetuosas formas de organización, lucha y dirección de los mo-vimientos.Claro ejemplo resultan el movimiento #YoSoy132, la Convención Nacional contra la Imposi-ción, y especialmente quienes han salido a la calle a protestar sin obedecer a convocatoria alguna, sino únicamente a sus conciencias y a su dignidad rebelde.

Hay que sumar, entre otras, las iniciativasdel hoy ya mundialmente conocido movimiento #YoSoy132, como instancia aglutinadora de una abundante diversidad de referentes políticos y sociales que a dife-rencia de movimientos que le antecedieron, desarrolla acciones sin parangón no sólo en las luchas económicas, políticas y sociales de nuestra nación sino en el mundo entero.

Respetuosamente la Organización Política Proletaria emplaza a los diversos referentes, organizaciones, grupos, círculos y demás expresiones organizadas de la sociedad, a que antepongamos lo general a lo particular y sin perjuicio de los asuntos propios desarrollemos una profunda vocación unitaria. Es hora de tomar grandes decisiones. Es hora de abatir el aislamiento, de acabar con la dispersión, de ponerle fin al pernicioso divisionismo. Es hora de la unidad. Es hora de salvar a la patria. Es hora de hacer reali-dad el largamente anhelado: ¡Ni una lucha aislada más!

¡Salud y hasta la victoria siempre!¡Por la revolución socialista!
¡Proletarios de todos los países, uníos!

FRATERNALMENTE
Organización Política Proletaria

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