Con la nueva Ley de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la reforma energética otorga a la estatal, por primera vez en su historia, el estatus de empresa con una estructura corporativa, un Consejo de Administración con comités especializados en diversas actividades y facultades para definir los precios de sus servicios y sus reglas operativas, pero aún tiene retos como subsanar su pasivo laboral y la desintegración vertical de operaciones.
En el nuevo modelo eléctrico en que se insertará el país, el rol de la CFE será proveer el servicio universal de acceso a la energía, para lo que contará con facultades como la capacidad de fijar los precios y las reglas de prestación del servicio eléctrico universal luego de que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) establezca el precio spot en el mercado mayorista entre grandes generadores.
El secretario de la Comisión de Energía de la Cámara de diputados, Rubén Camarillo, explicó que con las nuevas reglas corporativas y de transparencia que se adjudican a la CFE, la estatal tendrá también capacidad de competir en el mercado mayorista, de más de 500 Kilowatts por hora, con flexibilidad en términos de deuda y mayor soporte financiero que los potenciales competidores particulares.
“Lo que ocurre con la CFE es un cambio trascendental de paradigma en el que mediante la ley tratamos de empujar para tener una empresa verdaderamente competitiva, particularmente en áreas que ya no estarán reservadas al Estado, como la generación y la comercialización de electricidad, donde tendrá todos los incentivos para mejorar significativamente sus indicadores”, dijo Camarillo a El Economista.
POOL DE COMITÉS
En el Consejo de Administración de la estatal, que sustituye a la Junta de Gobierno que ha tenido esta empresa desde su formación, se planteó por primera vez un Comité de Adquisiciones, Arrendamientos, Obras y Servicios para la CFE, con lo que igual que Petróleos Mexicanos (Pemex) la estatal eléctrica centralizará su plan de proveeduría.
Este nuevo comité tendrá la facultad de proponer excepciones para licitaciones públicas y fijará los precios de los bienes y servicios que produzca u ofrezca la CFE y las reglas para la prestación de sus servicios.
El legislador aseveró que a pesar de que contará con mejores condiciones para su operación, la CFE aún cuenta con enormes retos como un pasivo laboral que al cierre del año pasado fue de 30,200 millones de pesos, además de que reportó una pérdida 95% mayor que la del 2012, de 37,552 millones de pesos, derivada de las deficiencias operativas y el pago de deuda que arrastra la entidad energética estatal.
Fuente: El economista
No hay comentarios:
Publicar un comentario