El presidente electo asegura que habrá un "borrón y cuenta nueva" para los usuarios que dejaron de pagar el servicio a la Comisión Federal de Electricidad
Andrés Manuel López Obrador ha anunciado que se condonarán las deudas de los morosos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Los pasivos de la empresa eléctrica al segundo trimestre de este año suman 44.500 millones de pesos, unos 2.390 millones de dólares. “Se va a cancelar esa deuda y va a haber una tarifa [eléctrica] nueva, justa y diferenciada. El más pobre va a pagar menos y el que use la energía eléctrica con fines industriales y comerciales van a pagar más, pero no más de lo que paga ahora”, ha asegurado durante una gira por Chiapas el presidente electo de México.
Sin entrar en más detalles, el líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) mencionó que la condonación se aplicará a las deudas previas al 1 de julio de este año. A la fecha la CFE suministra electricidad a 38,7 millones de clientes en el país, de los cuales un 89% de los usuarios se concentra en el sector doméstico. En los últimos años el número de morosos ha ido en aumento a pesar de las promesas de reducción de precios que la reforma energética generaría en el país desde 2013. Las tarifas, en cambio, se han elevado un 12% de diciembre de 2017 a julio.
El “borrón y cuenta nueva” sobre las deudas eléctricas que ahora promete López Obrador es una lucha de más de una década de distintos colectivos. Pável Flores, integrante del Movimiento Nacional de Usuarios de Energía Eléctrica (MNUEE), celebra el anuncio del presidente electo aunque desconoce cómo ser instrumentará esta medida.
Flores dejó de pagar la luz en 2009. De un día a otro, relata, su recibo eléctrico pasó de 400 pesos (21 dólares) a 3.000 pesos mensuales (161 dólares). Una cantidad impagable con su salario de 3.500 pesos al mes (188 dólares). “Tengo que pagar luz, gastos de mi esposa, de mis hijos”, ha comentado el hombre de 42 años. En la misma situación de Flores, están cerca de 1.000 personas que integran el MNUEE. El año pasado este colectivo presentó un amparo colectivo contra la empresa eléctrica señalando tarifas eléctricas excesivas. La CFE no puede cortar la luz de un usuario que se encuentra en un proceso de conciliación o revisión de tarifas.
Esta condonación millonaria será dirigida por el próximo director de la CFE, Manuel Bartlett. El nombramiento ha levantado en México numerosas críticas vinculadas a su trayectoria priista. El político fue secretario de Gobernación durante el mandato de Miguel de la Madrid y ministro de Educación con Carlos Salinas de Gortari.
La mayor polémica de su historia profesional se marca claramente en el calendario: 6 de julio de 1988, fecha de las elecciones presidenciales. Esa noche, siendo secretario de Gobernación, Bartlett comunicó que no era posible dar los resultados de las votaciones debido a una saturación de las líneas telefónicas. Este fallo en el proceso electoral llevaría a la oposición, entonces encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas, a alegar un supuesto fraude que favoreció al priista Salinas de Gortari, quien gobernó México entre 1988 y 1994.
Ajeno a las numerosas manifestaciones de rechazo López Obrador ha defendido esta decisión. “Manuel Bartlett desde hace 15 años está defendiendo la industria eléctrica, desde que estaba de senador del PRI. Me molesta mucho que se haya destruido la industria eléctrica como se ha destruido la industria petrolera”, ha declarado en su casa de transición en la colonia Roma, en la Ciudad de México.
Bartlett también ha minimizado las críticas sobre su nuevo cargo. “Cuando tomas posiciones obviamente unos están a tu lado y otros están en tú contra”. El todavía senador por el Partido del Trabajo ha dicho que su prioridad es "salvar" a la CFE de la debacle financiera en la que se encuentra. Al segundo trimestre de este año la empresa eléctrica reportó pérdidas por 28.458 millones de pesos (1.526 millones de dólares).
Luis Miguel Labardini, analista del sector energético, interpreta el nombramiento de Bartlett como una apuesta de López Obrador para fortalecer a la compañía frente a los nuevos competidores. No obstante, el experto también advierte de que existe una intención de usar a la compañía eléctrica con fines políticos. “Si se quiere utilizar a la CFE como un instrumento de política social eso muchas veces va a ir en contradicción con el fortalecimiento financiero de la Comisión” ha zanjado.
Fuente: El país
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